Guillermo Baena, bloguero, empezó a recibir llamadas amenazantes el 20 de marzo, la primera fue a su casa: “aproximadamente tres días después de (publicar) mi tercer o cuarto artículo, que se llama La ilegal candidatura de Nicolás Maduro”. Posteriormente ha recibido al menos una llamada por semana a su casa o a su celular, con amenazas e insultos en nombre de “los defensores de la revolución”.
En el blog expone su opinión respecto a la situación actual venezolana, haciendo una crítica al gobierno. Comentó que ha buscado “mantener una línea lo más objetiva posible, he intentado hablar de hechos sin especulaciones”. Además Baena explicó que prefirió publicar sus ideas sin servirse del anonimato porque, como economista, “no podía seguir siendo uno más dentro de una masa de gente que se manifestaba, quería ser una cara”; su intención es poder llegar a la gente “para hacerlos entrar en conciencia de la realidad, de lo que está pasando en el ámbito económico y de las consecuencias que vamos a sufrir si no se toman medidas inmediatas”.
Baena explicó que “al principio las llamadas no eran tan amenazantes” pero la gravedad ha ido en aumento: “la tercera o cuarta llamada fue bastante fuerte, dejó un mensaje diciendo que siguiera escribiendo, que me iba a cortar los dedos” declaró. Asimismo comentó que en la última ocasión “me dijo que me iba a joder y que iban a ir jodiéndonos a todos graneaditos, la despedida fue ‘saludos a tu familia’”.
Respecto al impacto de la información que publica, comentó que ha tenido, a la fecha, alrededor de 1400 entradas, con audiencia “que empieza en Venezuela, sigue en estados Unidos y de ahí el tercer país que me visita es Rusia, aunque yo no conozco a nadie en Rusia… Hay gente que me ha dicho que eso puede ser otro IP que utilicen”. Recordamos que hay programas que permiten cambiar el IP (código de identidad irrepetible) de la computadora, para que no se pueda reconocer la ubicación real de la persona que ingresa a una página web.
Espacio Público acompañó a Baena a iniciar un procedimiento legal con todos los datos de las llamadas amenazantes que ha recibido, incluyendo los números telefónicos. Al acudir al CICPC los funcionarios comentaron que no podrían iniciar una investigación si no lo ordenaba la Fiscalía, quienes alegan que ese es un delito de acción privada que no investiga si un Tribunal no lo ordena. En dicho Tribunal corresponde hacer una querella una vez se conozca al agresor y se tengan las pruebas que lo demuestren. Por esto, sin conocer al agresor, la Justicia venezolana no actúa, lo que se considera un vacío legal. Baena comenta: “pareciera ser la misma persona, una persona con la voz muy ronca, un hombre”.
Fuente
Guillermo Baena, entrevista realizada por espacio Público el 06 de mayo de 2013
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