Un simpatizante del gobierno de Nicolás Maduro atacó a los equipos de prensa que estaban en las afueras de la Asamblea Nacional (AN), luego de dar cobertura a la sesión ordinaria de este martes 25 de junio en Caracas.
Luego de romper con un casco los vidrios de la camioneta donde se trasladaba el diputado por el estado Trujillo Fernando Orozco, el sujeto, aún no identificado, cargó violentamente contra el equipo del canal de televisión Venezolanos por la Información (VPI TV).
“Voy por ti y por la cámara, maldito” expresó el sujeto armado con un casco de motocicleta en el momento en el que se fue contra el camarógrafo de VPITV destrozando su trípode.
En el lugar, los efectivos de la Guardia Nacional Bolívariana (GNB) permanecieron inmoviles ante el ataque del que fue víctima el diputado y los periodistas. Es recurrente la presencia de grupos de civiles afectos al gobierno en las afueras del Palacio Legislativo cuando los parlamentarios sesionan, la mayoría de las veces intimidando no solo a los diputados sino a los periodistas que acuden a hacer la cobertura informativa.
En Espacio Público condenamos los hechos de hoy, la violencia contra periodistas representa un atentado a la democracia del país, pues no solo vulnera el derecho que tienen de ejercer su labor de manera libre y segura sino que restringen el derecho de los ciudadanos a estar informados sobre temas de interés público.
Es deber del Estado identificar el riesgo especial y adoptar oportunamente las medidas de protección específicas, evaluar periódicamente la evolución del riesgo y responder efectivamente para mitigar sus efectos. El Estado debe prestar especial atención a la situación de aquellos periodistas que por el tipo de actividades que desarrollan están expuestos a riesgos de una intensidad extraordinaria, el caso de hoy no es un hecho aislado y los funcionarios a cargo de la seguridad en el Palacio Federal Legislativo son los responsables de la seguridad de los periodistas que allí se encuentran.
Exigimos se adopten las medidas necesarias para castigar a los responsables de las agresiones, la no acción solo abonaría el terreno para que episodios como el de hoy se sigan repitiendo. Es preciso que se adopte un discurso público que contribuya a prevenir la violencia contra periodistas y que no los exponga a un mayor riesgo, así como reconocer de manera constante, clara, pública y firme la legitimidad y el valor de la labor periodística.
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