El jefe de Seguridad y Ciudadanía del estado Monagas, el coronel Berroterán, ordenó detener y confiscar el teléfono celular a una ciudadana (*) activista del partido Voluntad Popular (VP), por tomar fotografías y grabar un pancartazo que se realizaba en la redoma de La Floresta, parroquia Las Cocuizas, Maturín.
La ciudadana, de quien reservamos su identidad, llegó al lugar pautado para el evento pero en el sitio ya estaba una comisión de la Policía del estado Monagas; una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana y otra de la Policía Nacional Bolivariana y ante eso, decidió junto a su grupo apostarse unos metros antes del punto acordado.
«Estoy tomando algunas fotos de esa actividad para el reporte interno de los partidos y en eso uno de los funcionarios se acerca al lugar y nos dice -al cabo de unos minutos- que ya habíamos tomado las fotos y que nos retiráramos del lugar que eso ya no lo podíamos hacer. Yo sigo obviamente tomando las fotos de esa actividad y en eso aparece el coronel Berroterán en su carro personal y desde su vehículo le dice a los funcionarios de la policía antimotín que nos desalojen del sitio», detalló la representante de VP en entrevista a Espacio Público1.
Esta persona continuó tomando fotos para su reporte a Voluntad Popular y fue cuando el coronel ordenó a la policía antimotín a que la detuvieran y le quitaran el teléfono. En ese instante también le pidieron que abordara una moto para llevársela al comando, hecho al cual se negó porque tenía su carro estacionado a pocos metros junto a otros dos compañeros; y también estaba con su menor hijo con quien no iba a montarse en una motocicleta. Ante esto, ella pidió que la escoltaran en su carro hasta el comando. Los funcionarios accedieron.
En el sitio le pidieron que entregara su hijo a otro funcionario para poderle tomar la fotografía de rigor. Acción a la que también se negó porque no iba a entregarle su hijo a ningún funcionario. No le tomaron la foto.
No obstante, sí le quitaron las llaves de su vehículo, lo revisaron y le decomisaron unas pancartas y marcadores alusivos a la actividad. Posteriormente le tomaron unas declaraciones tanto a ella como a sus otros dos compañeros y también les hicieron firmar un “acta de compromiso” en que no deben hacer: proselitismo político, ni instigar al odio, así como tampoco alterar el orden público, ni romper la orden presidencia en que no se puede hacer ningún tipo de actividad pública por la pandemia.
«Luego de tres horas, nos soltaron. A los otros dos activistas los detuvieron porque estaban conmigo en el carro», finalizó.
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