Queremos hacer del conocimiento a la sociedad que esas agresiones cometidas en forma cobarde y con gran ensañamiento contra los profesionales del periodismo son repudiadas de manera contundente por nuestro gremio periodístico. Fue tan brutal este ataque, que inclusive algunas voces vinculadas al gobierno y su dirigencia partidista ha manifestado su condena por esa acción tan criminal. Esas acciones, producto de un discurso agresivo y amenazante, no solo han golpeado la humanidad de los comunicadores sociales, sino moralmente al periodismo venezolano.
Nos preocupa el daño que se les está haciendo a nuestros hijos y familiares quienes viven la angustia de saber que al salir a cumplir diariamente con nuestra tarea de recoger los hechos noticiosos que se producen a lo largo y ancho del territorio nacional debemos enfrentar el riesgo de agresiones que pueden poner en peligro nuestras propias vidas. Ellos, nuestros familiares, han visto las arremetidas violentas y brutales contra periodistas, y eso los afecta psicológicamente. Esa es otra de las razones por las cuales exigimos que cese de una vez por todas la violencia.
Hay que hacer una reflexión muy seria y comprender que somos comunicadores sociales por una sola línea que es el respeto por la verdad, y en ese sentido queremos que esa sociedad que nos vigila sepa que no existen periodistas de oposición, sino que protestamos porque planteamos la libertad de expresión, la libertad de libre pensamiento y el derecho a ejercer nuestra profesión sin temores, ni limitaciones y mucho respeto. Es decir, “SOMOS PERIODISTAS” y además gente pacifica, por que así también es nuestro Pueblo. LOS VENEZOLANOS NO SOMOS AGRESIVOS.
El Círculo de Reporteros Gráfico de Venezuela conjuntamente con sus gremios hermanos como lo son el Colegio Nacional de Periodistas y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, no desmayará en esta lucha por ver cristalizada una unión entre todos los periodistas. Pensamos que la unión con conciencia es la principal herramienta que tenemos en las manos para evitar que las voces agresivas sigan alimentando el odio, no sólo en nuestras instituciones gremiales, sino en todo un pueblo.
En este sentido debemos destacar un hecho reciente suscitado en la medicatura forense en Bello Monte, cuando un familiar de una persona asesinada se le acercó al fotógrafo Fernando Molina, de nacionalidad española (con pocos días en el país), y le dijo que si no borraba las imágenes que había captado le daba un tiro. Inmediatamente el fotógrafo debió desaparecer de su cámara las fotografías, pero Molina solo en ese momento medía la luz para comenzar a trabajar. La experiencia vivida por Molina nos indica el grado de agresividad en que ha vivido nuestro país en los últimos años. Así mismo queremos recordar y condenar las recientes agresiones contra Carlos Arroyo, camarógrafo de Globovisiòn y José Rodríguez de RCTV. Y en Mérida contra Eduardo Lázaro y Héctor Molina.
Finalmente, exigimos la celeridad en las investigaciones en los casos de agresiones, e invitamos a todos los comunicadores sociales a que permanezcan atentos en esta lucha en beneficio de una nación que desea vivir en paz, armonía y mucho respeto.
VIVA EL CNP, VIVA EL SNTP Y VIVA EL CRGV.
Vía: Prensa CRGV|24 de agosto de 2009
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