Paradójicamente mientras se cumplen 200 años de vida independiente, Venezuela atraviesa uno de los más difíciles momentos políticos de su historia reciente.
La marcada polarización de la sociedad venezolana genera, en su interior, un aumento evidente de la intolerancia con la consecuente disminución del respeto hacia el otro. En materia de libertad de expresión, este fenómeno derivó en un uso del poder estatal en detrimento de la disidencia que se expresa en la imputación de delitos de vilipendio y difamación para acallar voces críticas, el cierre de 32 emisoras de radio y dos televisoras regionales, la censura y autocensura incluso en producciones artísticas y en el trabajo científico, entre otros eventos que reflejan nítidamente el debilitamiento de la democracia venezolana.
Tal como lo ha señalado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) : el vigor de una democracia se fortalece entre otras cosas, gracias a la intensidad de sus debates de los asuntos de interés públicos y no en virtud de su supresión. En consecuencia, los Estados deben comprometerse con un marco regulatorio que promueva una discusión libre, abierta, plural y desinhibida.
El año que estudia este informe presenta el cierre de 34 emisoras de radio y televisión sin posibilidad de defenderse, casos de censura aplicada por organismos administrativos y judiciales, mecanismos directos e indirectos para censurar obras artísticas y científicas, mayor criminalización de la protesta social, un periodista privado de libertad en razón de sus opiniones y los intentos para censurar inclusive el uso de internet, reflejo de la falta de tolerancia estatal ante el pluralismo político.
De igual forma se analiza un estudio sobre acceso a la información pública en Venezuela, así como un trabajo sobre el proceso de deliberación para la formación de leyes en la Asamblea Nacional; trabajos que denotan la falta de transparencia en las gestiones públicas y el escaso debate de los asuntos de interés colectivo.
La información pública al alcance de todos y la posibilidad de debatir en el órgano destinado para ello son elementos indispensables para la correcta participación de la sociedad en los asuntos de interés nacional; participación social que es la bandera en el discurso del Gobierno pero que no hace presencia en la realidad.
Establece la Carta Democrática Interamericana que la libertad de expresión es un componente fundamental en el ejercicio de la democracia representativa. Con esa premisa como norte, persistimos en nuestro esfuerzo de documentar, de manera sistemática, los acontecimientos que afectan negativamente el ejercicio del derecho a la libertad de expresión en Venezuela y aportar las recomendaciones pertinentes con el fin de minimizar el número de casos que atentan contra este derecho.
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