Motivado a la negativa de permitirle acceder a la información, el fotógrafo procedió a llamar a Norberto Herrera, periodista encargado del evento, y éste a su vez se comunicó con Luis Gómez, jefe de prensa del Gobierno municipal. El representante ante los medios de la alcaldía envió a protocolo para que acompañara al reportero hasta la plataforma, de manera que este pudiera realizar su trabajo; sin embargo, estos policías nuevamente le impidieron la entrada.
El representante del Impulso aclaró que los guardias argumentaron que la tarima estaba llena. Arrieta les aclaró que él estaba acreditado para cubrir el suceso, y que por tanto no podían negarle el paso.
Durante el segundo intento de subir, en el que ya estaba acompañado por protocolo, los policías empezaron a propinarle golpes, sin razón alguna. En su defensa acudió Gómez, quien también resultó lesionado. Arrieta sufrió daños en el hombro, pero desconoce con claridad quién ocasionó el maltrato.
En cuanto a la causa de tal violación sostiene que no es la primera vez que no permiten el acceso a los comunicadores sociales, tanto del Impulso como de otros medios, para la cobertura de carácter político. Según sus afirmaciones fue la Policía Municipal de Barquisimeto quien no le permitió al reportero realizar su trabajo.