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Crece la arremetida: 12 trabajadores de la prensa detenidos en dos días

Venezuela lleva más de una semana en la mira noticiosa del mundo, el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, asumió las competencias del poder ejecutivo de acuerdo a los artículos 233 y 333 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo que representa un paso importante en el restablecimiento de la democracia del país. La cobertura de este acontecimiento trajo consigo una arremetida por parte de las fuerzas de seguridad contra los medios de comunicación independiente, que dejó a 12 trabajadores de la prensa detenidos en los últimos dos días.

La arremetida inició con la detención del enviado especial del Grupo RBS de Brasil, Rodrigo Lópes, quien fue abordado por un hombre “vestido de civil” mientras realizaba fotografías a simpatizantes de Nicolás Maduro. A Lópes le fue arrebatado su teléfono y al revisarlo y ver que éste contenía material audiovisual de la cobertura de una manifestación en apoyo a Juan Guaidó, fue incomunicado durante más de dos horas en un comando en las cercanías del Palacio de Miraflores, ubicado en el centro de la ciudad de Caracas.

Los periodistas venezolanos Maiker Yriarte (TV Venezuela) y Ana Rodríguez (VPI Tv) realizaban un recorrido por la ciudad junto a sus colegas chilenos; Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, de la Televisión Nacional de Chile (TVN), cuando se detuvieron cerca de Miraflores donde se realizaba una vigilia a favor de Maduro, cuando fueron abordados por funcionarios de la Guardia de Honor Presidencial y obligados a permanecer en el lugar desde las 10:00 pm aproximadamente.

En una entrevista a Espacio Público1, Rodríguez explicó que fueron abordados de forma agresiva por dos efectivos de inteligencia exigiéndole sus credenciales para realizar una revisión. Yriarte y Rodríguez fueron obligados a firmar un acta que certifica que sus derechos fueron respetados y dejados en libertad luego de más de 10 horas detenidos arbitrariamente.

“Yo les dije que firmaría pero que dejaría una nota donde decía que no fue así” expresó Rodríguez refiriéndose al acta.

Pérez y Barahona fueron deportados luego de más de 13 horas detenidos, bajo el argumento de que ejercían labor periodística sin acreditación. En una entrevista a Pérez calificó como “un secuestro” su detención y manifestó que sintió miedo cuando fue trasladado desde Miraflores a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), “cuando nos sacan de Miraflores abordo de un auto sabíamos que ya nadie sabría nuestra ubicación. No sabíamos a dónde íbamos a terminar”.

Comentó que a pesar de que “no hubo maltrato físico, ningún golpe, pero fue bastante arbitraria la situación” y su principal preocupación actualmente (se encontraba en Chile al momento de la entrevista) es el destino de sus colegas franceses que permanecen detenidos.

La detención de los periodistas chilenos ocurrió luego de que el pasado 24 de enero, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), sacara de las parrillas de programación al canal 24 Horas de Chile, por transmitir el discurso de juramentación del presidente del Parlamento, Juan Guaidó.

La detención de los periodistas fue repudiada por la comunidad internacional, quien se sumó en la exigencia de la libertad inmediata para los comunicadores “exigimos inmediata liberación de periodistas de @TVN detenidos en #Venezuela. Nuestra Cancillería está realizando todas las gestiones necesarias. La libertad de prensa es otra de las víctimas en Venezuela” expresó el presidente chileno, Sebastián Piñera a través de la red social Twitter.

Libres pero deportados

Este miércoles fueron detenidos 4 trabajadores de la agencia EFE en distintos puntos de la ciudad; el fotógrafo, Leonardo Muñoz y el motorizado José Salas

fueron abordados por el Sebin cuando realizaban un recorrido en las cercanías de Base Aérea La Carlota, donde se desarrollaba una protesta convocada por la AN.

Muñoz y Salas estuvieron desaparecidos por más de 11 horas y solo se supo de ellos cuando el Sebin ingresó al hotel donde se hospedaban sus compañeros de EFE, la periodista colombiana, Mauren Barriga y el español Gonzalo Domínguez.

Barriga explicó que “al llegar al hotel ya estaba allí el Sebin esperando y nos pidieron que fuéramos con ellos para hacernos una entrevista”.

Los cuatro trabajadores de la agencia de noticias EFE fueron llevados a la sede del Sebin, el Helicoide, donde permanecieron detenidos hasta aproximadamente las 3:00pm de hoy. De acuerdo con los representantes consulares de ambos países (Colombia y España) los trabajadores de la prensa habían sido acreditados y podrán permanecer en el país.

“No se les va a expulsar. El trabajo de la Embajada y el Consulado ha permitido que se

les acredite y se puedan quedar para cumplir con su misión de información” expresó Josep Borrell, el ministro español de Exteriores y Cooperación de España.

Sobre las condiciones en las que permanecieron detenidos la periodista explicó que pasaron la noche esposados en una silla “nos decían que era la rigurosidad del sitio, que ellos estaban allí para obedecer”.

A pesar de que el motivo de la detención era que los periodistas no estaban acreditados ante los organismos del Estado, ellos argumentaron que al momento del ingreso al país informaron al servicio de migración el carácter de su visita y el acceso les fue concedido.

“Al entrar reportamos que éramos periodistas, de hecho fuimos interrogados en el aeropuerto por un grupo del Sebin, quienes nos dejaron pasar. Desconocíamos que teníamos que tener un permiso” señaló Barriga.

Por fotografiar el Palacio de Miraflores

Las detenciones a corresponsales ocurren en el marco de la persecución que enfrentan los medios de comunicación en venezuela, quienes son constantemente amenazados con el cierre si transmiten las protestas contra el gobierno y los actos a favor del presidente del parlamento venezolano.

Los periodistas franceses, Pierre Caillet y Baptiste des Monstiers, fueron detenidos el martes 29 de enero en el Palacio de Miraflores junto al venezolano Rolando Rodríguez, su productor en el país. Los franceses trabajan para el programa televisivo Quotidien de la televisión francesa TMC y estaban en Venezuela para hacer un trabajo sobre la inflación y dar cobertura a las movilizaciones de calle.

Tras su liberación el 31 de enero, Rolando Rodríguez2 explicó que Caillet y Des Monstiers, querían hacer fotografías de Miraflores, por lo que se dirigieron al lugar en un taxi. Al llegar se percataron de que había un grupo de personas que estaba en vigilia, y “un gran contingente de la Guardia Nacional”, por lo que procedió a solicitarles permiso para hacer una foto del Palacio de Miraflores.

Rodríguez detalló que “el Guardia inmediatamente se volteó, muy agresivo, me quitó la cédula y les quitó los pasaportes a los corresponsales. De allí nos llevaron a la sede de Contrainteligencia de Miraflores donde permanecimos desde las 10:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde”

A pesar de exigir su derecho a comunicarse con abogados y familiares, los funcionarios les negaron la posibilidad de hacer llamadas. Rodríguez fue esposado a una silla, lo presionaron y amenazaron por los videos que tenía en su celular de la concentración opositora del 23 de enero.

Más tarde se presentaron en el lugar funcionarios del Sebin, quienes trasladaron a los periodistas esposados hasta la sede del Helicoide. Rodríguez explicó que lo mantuvieron en una celda aparte de los extranjeros y destacó que cambiaron la actitud cuando su nombre empezó a sonar en los medios y detalló que estuvo detenido junto a un funcionario apresado por haber difundido videos en contra de Maduro.

Versión oficial

Sobre las detenciones de los periodistas, el ministro de relaciones exteriores, Jorge Arreaza expresó que los periodistas extranjeros ingresaron al país “sin cumplir previamente con la respectiva solicitud del permiso de trabajo” en los consulados correspondientes.

El canciller comentó a través de Twitter que “Es inaudito e irresponsable que medios de comunicación envíen periodistas sin cumplir con los requisitos mínimos previos que exige la ley de Venezuela, para luego armar un escándalo mediático al que se suman sus gobiernos. Otra faceta de la operación mediática contra el país”3.

La restricción no es legal

En los artículos 7 y 8, la Ley de Extranjería y Migración establece los requisitos que deben cumplir los extranjeros para ser admitidos en Venezuela y las causales explícitas de su inadmisibilidad. Para ingresar al país sólo se requiere tener un pasaporte válido vigente con el respectivo visado u otro documento que autorice su ingreso o permanencia en Venezuela. Sin embargo, para la figura o función periodística, no existe alguna especificación en relación al visado.

Las razones por las que puede ser inadmitido un extranjero en Venezuela son: (1) cuando su presencia pueda ser motivo de alteración del orden público interno como consecuencia de ser requerido por autoridades extranjeras por causas penales; (2) cuando hayan sido expulsados de Venezuela y tengan vigente prohibición de entrada al país; (3) cuando hayan cometido delito mientras no hubieren cumplido condena; (4) cuando hayan incurrido en violaciones a los Derechos Humanos o el Derecho Internacional Humanitario; (5) cuando estén vinculados con el tráfico de sustancias estupefacientes o psicotrópicas; (6) cuando padezcan enfermedades contagiosas.

El artículo 38 de la misma Ley establece que podrán ser deportados los extranjeros que hayan ingresado a Venezuela para desempeñar “actividades sometidas a la autorización laboral y no cumplan con dicho requisito”.

Sin embargo, el artículo 17, numeral 4, señala que “los trabajadores de medios de comunicación de otros países debidamente acreditados para el ejercicio de las actividades informativas” no requieren de la autorización laboral para el ejercicio. Esta acreditación debe ser otorgada por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Minci).

No es normal

El año pasado, 4 corresponsales internacionales fueron deportados del país. La expulsión del territorio venezolano cuando el motivo es la información es un patrón frecuente que se agudiza ante coyunturas noticiosas.

El ejercicio periodístico está protegido por los estándares internacionales en materia de libertad de expresión, atacarlo es negar a los ciudadanos a estar bien informados. Ante un escenario donde la información es escasa, el periodismo independiente surge como una alternativa para nutrir con miradas externas el debate público.

El flujo de la información fortalece la democracia y es deber del Estado promover el libre ejercicio del periodismo pues es clave para fomentar la pluralidad propia de un Estado democrático.

No es normal que se intente criminalizar el ejercicio periodístico; la labor de la prensa en este momento de país es fundamental pues su relatoría documenta el cambio político que transcurre en Venezuela, limitarla es violar los derechos humanos de los ciudadanos de todo el mundo que deseen acceder a la información.

Referencias[+]

Referencias
1 Entrevista telefónica realizada por Espacio Público a Ana Rodríguez 30 de enero de 2018
2 Rolando Rodríguez, 31 de enero de 2019, en entrevista para Crónica Uno
3 Tweet realizado por Jorge Arreaza el 31 de enero de 2019, disponible en https://twitter.com/jaarreaza/status/1090954951373791233
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