Icono del sitio Espacio Público

Adiós, maestro Zapata

zapata05

A los 85 años falleció el caricaturista, humorista, escritor y pintor venezolano Pedro León Zapata, quien deja un legado invaluable de lucha por la libertad de expresión y respeto a los derechos humanos. Murió dormido y en su casa, informó su esposa Mara Comerlati.

Zapata, nacido en La Grita (Táchira) el 27 de febrero de 1929, pasó más de 40 años hablando de Caracas, su gente y sus vicisitudes por medio de la prensa. La creatividad, el humor y lo acertado de sus caricaturas lo llevaron a merecer el Premio Nacional de Periodismo en 1967 y dos Premios Municipales en 1974 y 1978. También fue reconocido con el Premio Nacional de Artes Plásticas en el año 1980.

Seguramente no hay un caraqueño que no haya admirado el mural del artista, que da a la autopista, en el Estadio Universitario de la Universidad Central de Venezuela. Llegó a decir que los murales son reflejo del alma colectiva: “Del alma de los habitantes de la ciudad para la cual se pintan. Si no son eso, no son murales”.

El caricaturista publicó los libros: Zapatazos, ¿Quién es Zapata?, Zapata vs. Pinochet, Lo menos malo de Pedro León Zapata, Zapatazos por Uruguay, Zapata absolutamente en Serio, Caracas, Monte y Culebra, Breve Crónica de lo Cotidiano, Los Gómez de Zapata, De la A de Arte a la Z de Zapata y los volúmenes Zapata, firme y Firme Zapata.

Zapata era un hombre sensible, detallista, respetuoso del dolor de las personas. Sus trazos eran un espejo del drama de la sociedad y su ingenio parecía no tener límites. El simbolismo fue su aliado para la denuncia y la crítica, siempre buscaba renovarse, lo reflejó con Trinita, la bota militar, los sapos, la corbata negra (prenda de uso cotidiano del fallecido ex Presidente Luis Herrera Campins) y la silla de Miraflores.

Para el caricaturista era necesario reivindicar a los habitantes de su ranchitos. “Lo haría lo antes posible, antes que ellos nos rediman a nosotros”, dijo en alguna oportunidad. Un sensato ilustrado, El Ilustrador, brillante, genio, irrepetible y fundamental, así lo definen quienes hoy lloran la pérdida de un venezolano al que se le despide de pie y con aplausos.

Salir de la versión móvil