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Tres años sin justicia Ana Belén Tovar, ex gerente de Venmedios

La excarcelación no es libertad. Después de tres años de vuelta en su casa, Ana Belén Tovar permanece encerrada en las consecuencias de su detención arbitraria y proceso judicial por una acusación de una publicación que no hizo, y que de haberla hecho no implica delito alguno: la republicación textual de una noticia internacional.

La investigación contra Ana Belén Tovar inició con una detención arbitraria el 2 de noviembre de 2019, cuando funcionarios de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM) la buscaron en su casa y la mantuvieron detenida por 30 horas aproximadamente con la excusa de un interrogatorio.  

El 19 de noviembre de 2019 funcionarios de la DGCIM detuvieron a Ana Belén Tovar, Gerente de Operaciones de Venmedios, después de un allanamiento realizado a las oficinas de la empresa, donde también operaba Entorno Inteligente, un portal que replicaba noticias internacionales. La persecución surge por el ejercicio de la libertad de expresión

En este caso el uso del derecho penal es desproporcionado, en especial cuando se refiere a publicaciones de funcionarios del Estado, como es el caso de la información replicada por Entorno Inteligente sobre Vladimir Padrino López. Asimismo, las arbitrariedades contra Tovar se agravan cuando se conoce que la publicación por la cual inicia el juicio, no es de la autoría de Ana Belén Tovar. 

La audiencia de presentación se realizó sin que fuera informada de lo que sucedía y evitando que tuviera abogados de su confianza. Le imputaron los delitos de Revelación Indebida de Data o Información de Carácter Personal, previsto en el artículo 22 de la Ley Especial Contra Delitos Informáticos; Obstrucción a la Justicia y Asociación previstos en los artículos 45 y 37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo. Al finalizar, le dictaron privativa de libertad.

Durante este proceso, a Tovar se le vulneró el derecho al debido proceso, dado que durante su detención estuvo incomunicada, se le obligó a ser atendida por una defensa pública y se declaró la reserva del expediente, inaccesible por su defensa durante casi tres años. En este documento reposan pruebas obtenidas de forma ilegal, violando su privacidad, y no se expone una relación clara ni motivada de la relación de Tovar con la supuesta publicación de noticias. 

Después de su audiencia de presentación estuvo detenida hasta el 6 de mayo de 2020, tiempo en el cual falleció su hermana. Fue excarcelada con régimen de presentación cada 15 días y prohibición de salida del país, en un proceso carente de transparencia. Tres años después su audiencia preliminar ha sido diferida por la juez siete veces, en la mayoría de los casos porque la fiscal ni la representación de la víctimas se presentan en Tribunales. 

Después de la pandemia por Covid-19 su régimen de presentación cambió a 30 días, lo que implica que una vez al mes Tovar debe asistir a Tribunales a dar fe de que permanece en el país, mientras se ausenta del trabajo y pospone otras actividades.

Al respecto, Tovar explica: “Al principio me parecía maravilloso presentarme porque me encontraba con las muchachas que salieron (excarceladas) conmigo”, pero la relación se desvaneció con el tiempo. “El empezar a ir sola era fastidioso. Cada vez que estaba allí le tomaba foto a la cola y se la mandaba a alguien porque no es justo que yo esté aquí”1.

Ana Belén no pudo volver a trabajar en su área, pensaba que conseguiría empleo fácilmente porque Venmedios le prestaba servicios a varias empresas, pero el juicio afectó notablemente estas posibilidades. Al mencionar que tenía régimen de presentación cada 15 días se acababan las entrevistas de trabajo, “¿quién contrata a una expresidiaria? Ahí me di cuenta de que en mi área no iba a conseguir”2, comenta Tovar. Al decir que fue presa política se cerraban las puertas y nunca la llamaron de vuelta.

Finalmente Tovar consiguió trabajo con una recomendación de una amiga, en una empresa que permitía que laborara de forma remota y que no ahondaron en sus antecedentes. Sin embargo, Ana Belén explica que después de la pandemia tuvo que empezar a ir a la oficina y temía por su estabilidad: “¿Cómo le digo yo a esta gente ahora que yo soy ex-presa política? (…) Yo no puedo arriesgar mi cautelar para cumplir con un horario. Yo siento que estoy llegando a la recta final, pero ahora en esta recta final me consigo con unas piedras que no estaban al principio”3.

Días después de realizada esta entrevista, Ana Belén Tovar sufrió un despido indirecto de su puesto de trabajo, por lo que desde el mes de mayo está desempleada como consecuencia del injusto proceso judicial en su contra.

Juicio extendido y futuro incierto

El Tribunal Sexto en funciones de Control fijó la primera audiencia para el 4 de febrero de 2020, pretendiendo que los abogados defendieran a Belén sin poder tener acceso al expediente. No obstante, esta audiencia fue diferida porque los funcionarios de la DGCIM no trasladaron a Ana Belén.

La segunda audiencia preliminar fue fijada para el siete de abril de 2020 , pero fue suspendida y diferida por la declaración de pandemia en Venezuela. De acuerdo con una resolución del 16 de marzo de 2020, Nº 001-2020 del Tribunal Supremo de Justicia, se ordenó que ningún tribunal despachara desde el 16 de marzo y que todas las causas se suspendieran.

Esta situación se prolongó hasta el 1 de octubre de 2020, cuando se comenzaron a celebrar las audiencias para algunas causas denominadas como urgentes. El caso de Ana Belén Tovar no entró en esa categoría, y sus audiencias se reanudaron el siete de marzo de 2023.

El 24 de abril de 2023 la audiencia preliminar de Ana Belén se difirió por séptima vez. El 17 de abril la juez del tribunal sexto de control, Claudia López, señaló que es la primera vez que hubo una debida notificación frente al fiscal y comentó que “en virtud de una llamada entre ella y la representación de la fiscalía, se le manifestó la intención de asistir a la audiencia con la representación de la víctima”4, razón por la cual difirió nuevamente la audiencia “en aras de garantizar la participación de la fiscalía y la víctima en el proceso”5.

De acuerdo con el expediente, la víctima es el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. La Fiscalía afirma que desean que la representación de la víctima esté presente en la audiencia y argumenten sobre el caso; sin embargo, solo es necesario que esté presente la Fiscalía y el Tribunal para la realización de este acto, la inasistencia de estos representantes no afecta la celebración de la audiencia, según lo establecido en el artículo 310 del Código Orgánico Procesal Penal.

La postura del sistema de justicia se inclina por someter a Belén a una pena anticipada a través de medidas sustitutivas de libertad y el diferimiento de la audiencia repetidamente de forma arbitraria. Cada 30 días debía pedir permiso en su trabajo para ir a Tribunales a presentarse, y al menos cada cinco días para ir a su audiencia preliminar, esperando que sea la última vez.

En conversaciones con Ana Belén, da la sensación de que su vida está en pausa mientras se siga alargando el juicio. Afirma que ya no tiene sueños y aclara “esto me tiene frenada. Irme del país, no. Me preguntan ‘¿qué quieres hacer?’ No sé qué quiero hacer”6.

Ana Belén Tovar no cometió delito, incluso en el expediente de su caso no se concreta ninguna relación entre las acusaciones y su trabajo en Venmedios, es imperativo que la juez a cargo del caso dicte el sobreseimiento. Esta decisión eliminaría la necesidad de asistir a tribunales y limpiaría su nombre; sin embargo, Ana Belén comenta: “Libertad plena no me va a devolver a mi hermana, por ejemplo. No me va a devolver el empleo que tenía, no me va a devolver los ingresos y digamos, el lujo que tenía. Nada de eso me lo va a devolver, solamente me va a dar la condición de que no tengo que ir al tribunal, o tienes (sic) la libertad de irte del país si quieres”7.

Vivir con miedo

Ana Belén Tovar cuenta que estuvo cerca de una semana sin dormir tranquila en su casa. Después de cinco meses y medio durmiendo en un colchón en el piso de la DGCIM, cuenta: “cuando llegué a mi casa me daba un miedo terrible despertarme, abrir los ojos, y ver que estaba en la DGCIM (…) me costó muchísimo dormir porque me daba mucho miedo, era una sensación tan extraña que me tenía que decir a mí misma: estás en tu casa, estás en tu casa”8.

Tovar comenta que las semanas siguientes a su excarcelación temía al ver oficiales en la calle o coincidía con funcionarios en un espacio público. Resalta la sensación al ver camionetas sin placa, con uniformados adentro: “pienso, ¡Dios mío! Me vienen a llevar. Y luego pienso que tengo que dejar este temor (…) Los que están vestidos de negro son a los que les tengo miedo, me da una sensación que me desvanece, me desarmo. Cuando veo que se van, ya se me va esa sensación”9.

Los procesos judiciales por expresión también tienen efectos de censura, además de desalentar a las víctimas por las violaciones a sus derechos humanos vividas durante la reclusión y al cumplir con las medidas cautelares. “Ahora me quedo callada, no discuto, vivo un día a la vez”10, afirma Ana Belén.

El efecto censor de su detención se extiende, Tovar cuenta que su comadre se quejó sobre el gobierno en un mercado cercano y una de las vecinas le comentó que mejor no hablara mal del del gobierno, porque “la iban a meter presa como a Ana Belén”11.

En la calle, la gente también le preguntaba “¿En qué te metiste, qué publicaste?”  Ana Belén es contundente en su respuesta: “¿A ti te consta que yo lo publiqué? Entonces no hables. Busca en Google y tú verás, saca tus propias conclusiones”12.

Desde su excarcelación, Ana Belén Tovar se ha mostrado como una mujer alegre; en la actualidad afirma que desde su detención busca a todo el lado positivo: “yo siempre he dicho que mi detención fue para no ver a mi hermana muriendo”13.

Ahora se presenta en oficinas más privadas que evitan las largas colas al sol, pero comenta que debe vestirse formal y maquillarse para procurar que le den un mejor trato en Tribunales, no como si fuera “una delincuente más”, sino de “doctora”. Por eso su mamá siempre que la ve con maquillaje, que no suele usar a diario, le pregunta si ya le dieron libertad: “No, mamá. Todavía no”.


A tres años de la excarcelación de Ana Belén Tovar, desde Espacio Público exigimos que el Estado venezolano y su órgano correspondiente:


Actualización 20/06/2023 pasa a juicio

El 20 de junio de 2023 se celebró la audiencia preliminar, después de tres años de espera y 11 audiencias diferidas por diversos motivos. En esta ocasión Ana Belén esperó junto con sus abogados siete horas a que se celebrara el acto, durante el cual la juez decidió pasar la causa a juicio, aunque no exosten pruebas ni motivos para que Ana Belén Tovar sea procesada.

Referencias[+]

Referencias
1, 6 Tovar, A. 16 de marzo de 2023. Comunicación personal
2, 3, 5, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13 Ídem
4 Blanco. S, 8 de mayo de 2023. Comunicación personal
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