Para Nicolás Maduro el discurso pronunciado por el Obispo de San Felipe, Víctor Hugo Basabe en la homilía del domingo, a propósito de la celebración del día de la Divina Pastora en Barquisimeto, estado Lara constituye un “delito de odio” por lo que pidió investigarlo.
En la homilía del domingo se pidió a la Divina Pastora librar a Venezuela de “la peste” de la corrupción política que en la opinión del Obispo, llevó al país “a la ruina moral, económica y social”. Dicha petición resultó ser para Maduro un “discurso de odio” e instó al Fiscal General, al Defensor del Pueblo (ambos designados por la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente), al Contralor General y al presidente del Tribunal Supremo de Justicia atender esta denuncia en medio de su presentación de la memoria y cuenta transmitida en cadena nacional.
“Uno de ellos nos llamó a todos nosotros peste, llamó al pueblo chavista peste. Habría que ver (…) si las palabras emitidas por algunos de estos personajes no corresponden verdaderos delitos de odio“, expresó.
Durante su alocución Maduro se refirió a los sacerdotes como “diablos con sotana” y dijo que la intención del discurso es “generar enfrentamiento entre los venezolanos: violencia, muerte, exclusión y persecución” y demuestran la “maledicencia” de los funcionarios católicos, “su maldad, su veneno, su odio, su perversidad”.