Entre las críticas de la organización está la cancelación de las concesiones del uso del espectro radioeléctrico, ya que estos eventos se desarrollan bajo circunstancias poco transparentes, arbitrarias y discrecionales. Así mismo denunció la asignación de publicidad oficial como premios y castigos con respecto a las líneas editoriales de los medios de comunicación social.
Con tales argumentos llamó a los países de las Américas a que condenen estos eventos como atentados a la libertad de expresión.