Para el Cardenal, la responsabilidad de lo ocurrido está en el tono del Gobierno. Al respecto sostuvo: "Las autoridades deben evitar una escalada de violencia. Es importante que se inyecte una gran dosis de serenidad, de calma, y que cesen esos ataques contra instituciones o personas. No es casual que un alto funcionario haya hecho un señalamiento contra el Nuncio y contra mí; eso resulta muy grave para el país".