El viernes 22 de febrero fue violentada la Embajada de España por supuestos sujetos motorizados y en vehículos particulares desde donde lanzaron una granada de sustancia irritante.
Además los atacantes rayaron la fachada; dejaron figuras y carteles representativos al presidente de EEUU, George Bush, y al rey de España, Juan Carlos de Borbón; y lanzaron piedras y panfletos. Estos últimos expresaban la posición de los agresores en apoyo a los miembros de la izquierda independentista vasca detenidos en España. Posteriormente la coordinadora Simón Bolívar se acreditó la autoría del suceso, en la que fueron lesionados dos guardias trabajadores de la sede diplomática.
La Cancillería venezolana, como vocera del Gobierno Nacional, repudió los hechos y sostuvo que los mismos fueron perpetrados por grupos minoritarios que actúan en contra del ideario bolivariano. Nicolás Maduro señaló que ya se están realizando las investigaciones pertinentes para esclarecer el hecho.