A la periodista le hicieron bajar del vehículo en el que se encontraba, exigieron ver su documentación y revisaron de manera exhaustiva repetidas veces el automóvil en el que viajaba, al igual que el bolso personal que tenía en ese momento.
Durante la inspección, la periodista fue interrogada una y otra vez por el motivo que le había llevado a ese lugar, que si había realizado grabaciones y afirmando que ella no tenía autorización alguna, cosa que la periodista replica con que no se trataba de una zona de seguridad y que no hay ningún tipo de aviso que muestre una restricción de libertades en el sitio. Dentro de la discusión, las personas que habían citado a la periodista en un principio –la comunidad habitante del sector- afirmó que “esos eran sus terrenos” y que “la periodista tenía derecho a estar allí, porque ellos habían dado su autorización”.
Fuente:
Entrevista realizada por Espacio Público a la periodista el día 20/01/2012